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jueves, 25 de octubre de 2012

UNA IDEA, UN FARO

             ¿Quién no ha dicho, u oido, alguna vez "más vale pájaro en mano que ciento volando",  "En boca cerrada no entran moscas", "A buen entendedor, pocas palabras bastan", y tantas y tantas frases que engrosan el acervo de la sabiduria popular?  El que más, el que menos, todos conocemos un buen número de refranes que han sido aprendidos a lo largo de los años, junto a otros conocimientos, y que están aletargados en nuestra memoria hasta que de vez en cuando, ante  determinados momentos, bortan y se insertan en nuestras conversaciones de una forma natural y espontánea. Y esto se debe a su naturalez y a sus peculiares características.
 
El individuo condensa y resume sus experiencias mediante los refranes, y recurre a ellos para encontrar las soluciones y las claves a los avatares de su azarosa existencia.
      Por ello,  creo que la finalidad de la enseñanza de una lengua extranjera es familiarizar al estudiante con voces y construcciones de uso corriente, de acuerdo con las necesidades prácticas diarias, o con el ámbito en que va a desenvolverse el aprendiz. Sin embargo, el dominio de un idioma no se puede reducir a la capacidad de reproducir frases gramaticalmente correctas o desenvolverse con naturalidad en la comunicación oral. El objetivo principal de un aprendiz de lengua extranjera debe ser conseguir expresarse de una forma fluida, superando las restricciones de las normas y consiguiendo hablar con la misma soltura y propiedad lingüística que un nativo.


Emad Alosta

1 comentario:

  1. Los refranes son un gran ejemplo de la cultura del país, y al igual que la lengua árabe, en español hay a patadas, los hay divertidos, reflejos de la vida misma... Algunos profesores consideran que sólo cuando ya se tiene un nivel muy elevado de la lengua se debe comenzar a enseñarlos, yo creo que no, pues muestran la fielmente la cultura del país. En árabe me encanta ( y es totalmente cierto)
    التكرار يعلم الحمار

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